La filtración es uno de los aspectos más cruciales para mantener el agua de tu piscina limpia, cristalina y saludable. Sin un sistema de filtración adecuado, la piscina se convertiría en un caldo de cultivo para bacterias, algas y otros contaminantes. Pero, ¿cómo funciona exactamente el sistema de filtración de una piscina? En este artículo, desglosaremos los tipos de sistemas de filtrado, sus componentes principales y resolveremos las dudas más frecuentes que suelen surgir al respecto.

El sistema de filtración en una piscina cumple la función de eliminar partículas sólidas y contaminantes presentes en el agua. Esto incluye suciedad, hojas, cabellos, restos de cremas solares y otros desechos que pueden ingresar al agua. Si bien el cloro y otros productos químicos son esenciales para desinfectar el agua, el filtro es el encargado de eliminar los residuos visibles y mantener la claridad.

Además, un sistema de filtración eficiente contribuye a prolongar la vida útil del agua de la piscina, ya que permite mantenerla en óptimas condiciones sin necesidad de cambios frecuentes.

Beneficios de la filtración en las piscinas

  • Calidad del agua: Un sistema de filtración eficiente garantiza que el agua esté limpia y clara, mejorando la experiencia de los usuarios.
  • Prevención de problemas de salud: La eliminación de residuos y partículas reduce el riesgo de enfermedades o irritaciones cutáneas
  • Mantenimiento del equilibrio químico: El filtro evita que los desechos interfieran con los productos químicos, como el cloro, optimizando su eficacia.
  • Ahorro de recursos: Al mantener el agua en buenas condiciones, reduces la necesidad de vaciar y rellenar la piscina con frecuencia.
  • Prolonga la vida útil del sistema: Al minimizar el desgaste causado por partículas y residuos, el sistema de filtración protege otros componentes de la piscina, como las bombas.

Es uno de los sistemas más utilizados debido a su eficacia y facilidad de mantenimiento. Este tipo de filtro utiliza arena especial para atrapar las partículas de suciedad.

  • Ventajas: Económico, sencillo de mantener y duradero.
  • Desventajas: Puede no ser tan efectivo con partículas muy pequeñas.

Consiste en un cartucho que filtra el agua a través de una malla fina. Este tipo de filtro es ideal para piscinas pequeñas o de uso doméstico.

  • Ventajas: Fácil de instalar, no requiere un sistema complejo y es eficiente para partículas pequeñas.
  • Desventajas: Necesita limpieza frecuente y reemplazo periódico.

Es el sistema más avanzado y eficaz, ya que utiliza polvo de diatomeas (un material fósil) para filtrar incluso las partículas más diminutas.

  • Ventajas: Filtración de alta precisión, ideal para mantener el agua cristalina.
  • Desventajas: Más caro y requiere un mantenimiento más cuidadoso.

Una alternativa moderna al filtro de arena que utiliza vidrio reciclado. Es más ecológico y tiene una vida útil más larga.

  • Ventajas: Alta eficiencia y requiere menos agua para el lavado.
  • Desventajas: Costo inicial más elevado.

Un sistema de filtración típico consta de los siguientes elementos:

La bomba es el corazón del sistema de filtración. Se encarga de mover el agua a través de las tuberías y hacia el filtro

Son los dispositivos encargados de recolectar residuos flotantes en la superficie, como hojas e insectos, antes de que se hundan.

En muchos sistemas, la bomba incluye un pre-filtro que elimina partículas grandes antes de que lleguen al filtro principal.

Es el componente principal que se encarga de filtrar las partículas pequeñas y otros contaminantes.

Una vez que el agua ha sido filtrada, las boquillas de retorno la devuelven limpia a la piscina.

Las válvulas permiten controlar el flujo del agua dentro del sistema, facilitando tareas como el lavado del filtro.

La filtración elimina partículas visibles e impurezas, contribuyendo a mantener el agua limpia y saludable. Además, previene problemas como el crecimiento de algas y bacterias.

Es recomendable filtrar la piscina diariamente, especialmente durante los meses de mayor uso o calor. Filtrar por la noche puede ser más eficiente energéticamente.

La regla general es que el sistema de filtración debe ser capaz de filtrar toda el agua de la piscina al menos una vez al día. Dependiendo del tamaño de la piscina y la capacidad del filtro, esto suele requerir entre 6 y 12 horas diarias de funcionamiento.

La mejor hora suele ser durante la noche o en las horas de menor uso, ya que el sistema puede trabajar sin interrupciones. Además, esto puede aprovechar tarifas eléctricas más económicas en algunos casos.

Sin filtración, el agua puede empezar a deteriorarse en cuestión de días. Aparecerán algas, residuos y el equilibrio químico se perderá rápidamente, lo que puede hacerla insegura para su uso.

Aunque técnicamente es posible, no es recomendable. Sin filtración, el agua acumulará residuos y microorganismos que podrían convertirla en un riesgo para la salud. Si el sistema de filtración falla, es importante solucionarlo rápidamente o, como medida temporal, usar productos químicos para evitar que el agua se degrade.

  • Limpia el filtro regularmente: Esto incluye lavar el filtro de arena o reemplazar los cartuchos según sea necesario.
  • Revisa el funcionamiento de la bomba: Un flujo anómalo puede indicar problemas que afecten al sistema.
  • Controla los skimmers: Vacía los skimmers para evitar que se obstruyan.
  • Realiza un lavado a contracorriente (backwash): En filtros de arena, esto ayuda a mantener su eficiencia.
  • Inspecciona las boquillas y válvulas: Asegúrate de que no haya bloqueos o fugas.

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